Por Cristina Ordorica.

Mexicali, B.C.- Cada mañana y desde hace más de 30 años, Judith Rodríguez Yáñez tiene una misión muy especial en los pisos de producción de Collins Aerospace: contagiar con su gran energía positiva a sus colegas de trabajo. Su objetivo es desarrollarse y ayudar a otras mujeres a hacerlo, pues sabe que antes el género femenino era visto como limitante para el desempeño de ciertas labores, pero ahora se ha convertido en una ventaja que empodera a las compañeras en la industria.

“Ahora hay muchísimas herramientas en donde el esfuerzo no tiene que ser físico. Por ejemplo, si tú tienes que apretar un tornillo, ya no es tu fuerza, es una máquina que hace el trabajo, y claro que lo puedes hacer. Ya es el tiempo en el que este trabajo no nada más lo puede hacer un hombre, eso ya quedó en el pasado”, señaló Rodríguez Yáñez.

Además, explicó que la compañía para la cual funge el cargo de operadora de control de producción, no realiza distinción de género entre los solicitantes para promociones internas, más bien toma decisiones en base al performance y habilidades de sus colaboradores.

“Mi empresa me valora por mi desempeño, por mis ganas de superarme, por mis ganas de que las cosas sucedan”, sostuvo.

A lo largo de los años, y gracias a la pasión que tiene por lo que hace, Judith Rodríguez ha sido reconocida por su capacidad y esfuerzo, llegando a convertirse en una mentora para las nuevas generaciones.

“A mí me toca trabajar y enseñar muchas veces a los muchachos que van saliendo de la carrera o que están a punto de terminarla, y el que en una de esas personas dejes algo, alguna enseñanza, es algo muy satisfactorio”, reiteró.