En 2023 se registró un flujo récord de Inversión Extranjera Directa (IED) por 36 mil 058 millones de dólares (mdd) en México; sin embargo, las nuevas inversiones tuvieron su segundo peor desempeño desde 2006, año en el que la Secretaría de Economía comenzó a publicar registros de este dato.

Las nuevas inversiones son uno de los rubros más importantes de la inversión extranjera por su impacto en la productividad, competitividad, innovación, empleo y aporte a la economía.

De acuerdo con los datos de la dependencia, que dirige Raquel Buenrostro, en el año que recién terminó se reportó un monto por 4 mil 817 millones de dólares (mdd) por nuevas inversiones, lo que representó 13% del total de la IED captada en 2023.

En cambio, el componente de reinversiones, es decir, el capital que se genera y se vuelve a invertir en México por las empresas foráneas ya establecidas, ganó una buena parte del terreno, al representar 77% (equivalentes a 26 mil 630 mdd) de la IED en el mismo periodo.

El monto de las nuevas inversiones de 2023 fue similar al de 2012, cuando finalizaba la administración de Felipe Calderón, y que entonces sumaron 4 mil  316 mdd, siendo la cifra más baja para este rubro dentro del histórico de la Secretaría de Economía.

En cuanto a proporción de la IED, las nuevas inversiones sufrieron el mayor ‘descontón’ del registro en ese aspecto, porque ese 13% es el menor porcentaje desde 2006.

La reducción se hace más evidente si se compara con lo que las nuevas inversiones representaban en 2022, cuando entonces llegaron 18 mil 147 mdd y representaban 50% de la IED.

¿Qué pasó con las nuevas inversiones en 2023?

El 2023 fue un año explosivo para el tema de la relocalización de empresas de Asia a México, el famoso ‘nearshoring’, el cual levantó altas expectativas por el anuncio de la llegada de Tesla a Nuevo León. Pero a un año de la confirmación de la instalación de una planta, con una inversión de 5,000 mdd de la empresa de Elon Musk, aún no se inicia con la construcción.

Especialistas consultados coincidieron en que esto no es una buena señal, pues se observa que nuevas empresas en el exterior no están viendo las condiciones, ni teniendo la confianza de llegar a México. Y el tan mencionado nearshoring está siendo atractivo y aprovechado solo por las que ya se encuentran instaladas en el país.

“Parece ser que la competitividad del país y los beneficios que puede tener, así como la cercanía con Estados Unido, más el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), todas estas variables están ayudando más a que quienes están aquí y quieren fortalecer su posición, pero no están siendo suficientes para atraer a inversionistas que nunca han estado en México”, señaló Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Para la especialista del centro de investigación no es malo tener una cantidad alta de reinversiones, lo que no es buena noticia es que no exista un balance y se dependa tanto de esto. Si ambos componentes hubieran crecido con el mismo dinamismo, se hubiera tenido una IED muy alta en 2023.

La falta de llegada de nuevas empresas se puede relacionar con la insuficiente infraestructura e insumos básicos para la operación de las industrias, las cuales están ligadas con el nearshoring.

Ana Gutiérrez indica que también hacen falta hacer ajustes al mercado laboral y al Estado de derecho, así como políticas comprensivas que busquen aumentar la competitividad.

Factores externos detienen nuevo capital

Para Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, existen factores que no dependen tanto de la posición de México para la llegada de nuevas empresas.

Explica que en principio tiene que ver mucho con las estrategias empresariales, pues no solo están considerando la cercanía con Estados Unidos. Por ejemplo, muchas empresas están prefiriendo a India por el alto valor agregado tecnológico que ofrece, así como por la formación de capital humano en el rubro de las STEAM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas).

Otra variable que observa es que el plan de infraestructura, impulsado por Joe Biden en Estados Unidos, no está resultando tan atractivo para los inversionistas.

A esto se suma el acuerdo de México con Estados Unidos dentro del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), en el que se generó un subgrupo de ciberseguridad y que planteó no dejar establecer a empresas Chinas en el norte del país.

“Mucho se cuida el que no haya inversión China en la zona de los 49 municipios de México que hacen frontera con Estados Unidos”, comentó el experto de la UNAM.

IED poco diversificada

Otro desafío que tiene México en la llegada de la IED es la diversificación de los destinos que la captan. Aunque algunos estados se han sumado en el último año, como Sonora y Aguascalientes, la Ciudad de México, Nuevo León y Jalisco son las que concentran el mayor flujo de los capitales, con 46% del total.

Martínez Cortés dice que por más que el gobierno otorgue incentivos a las empresas para ubicarse en otros lados, como es caso del sur-sureste, son los inversionistas quienes van a definir eso, así como sucedió con Tesla.

En el caso de la empresa de Elon Musk, a pesar de que muchos estados levantaron la mano y ofrecieron mejores condiciones, se quedó en Nuevo León por ser lo más conveniente para la compañía.

Si México quiere ver una verdadera diversificación de la captación de IED tiene que haber inversión pública para generar polos de desarrollo industrial, como lo está tratando de hacer con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

Del dicho al hecho…

En 2023, la Secretaría de Economía identificó 378 anuncios de inversión con una expectativa de 110 mil 744 mdd que se estarían dando en México, la mayoría de origen estadounidense y que se estarían concretando entre dos y tres años.

Pero a consideración de los especialistas no todo esto necesariamente se verá reflejado en las nuevas inversiones extranjeras, pues algunos casos son empresas que ya operaban en el país.

Además del anuncio, para que se concrete hay mucha distancia, ya que proyectos de inversión distan de ser inversión productiva.

“Hay que recordar que un anuncio de inversión sí te dice algo, te habla de un cambio en el clima y de las percepciones que hay sobre México como destino para inversiones, pero no necesariamente siempre se concretan; ahorita hemos visto que de los anuncios de inversión hechos desde 2021, como 40% todavía está en etapa de anuncio, ni siquiera está en construcción. Entonces sí hay que voltear a ver también a los datos concretos para ver cuál es la realidad”, comentó la experta del IMCO.

La moneda está en el aire en 2024

Por ser un año electoral tanto para México como para su mayor socio comercial, Estados Unidos, puede verse un mayor cautela en la IED durante el primer semestre del año.

Ya con una presidenta o presidente electo que defina el rumbo del país y dé la certidumbre de cuál es su línea de trabajo, la IED puede verse impulsada; no obstante, esto todavía no es muy claro.

“Creo que probablemente si las cosas siguen como estuvieron en 2023, posiblemente podríamos ver algo similar a lo que pasó en ese año, aunque no es seguro y podría verse un cambio en el peso de las nuevas inversiones”, refiere Ana Gutiérrez.

En tanto, el coordinador del LACEN de la UNAM confía en que una vez que se defina el equipo económico de la próxima administración se generará mayor confianza y certidumbre para los inversionistas.

Por lo mientras, con los datos expuestos a 2023 de nuevas inversiones extranjeras, habla de que México no está aprovechando el potencial del nearshoring.

Con información de Revista Expansión.