En medio de un crecimiento lento y una ola inflacionaria, los empresarios en México moderan su nivel de confianza en el futuro económico del país y de sus negocios.

Durante octubre del 2022, el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) cayó en casi todos sectores, sólo logró un aumento para el rubro de empresarios de servicios privados no financieros.

La caída más pronunciada se registró en el sector comercio, el ICE registró una caída de 0.8 puntos porcentuales. Para el sector de la construcción y la industria manufacturera las contracciones fueron de 0.5 y 0.4 puntos porcentuales respectivamente, de acuerdo con cifras de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE) del INEGI.

En el desglose por subindicadores se observa que la confianza en que exista un momento adecuado para invertir es el ámbito peor calificado en todos los sectores empresariales. Esto refleja un panorama de incertidumbre para las inversiones a escala interna.

Conservan expectativas, pero con cautela

Aunque los empresarios han metido un freno a la confianza que tienen en la economía general, todavía mantienen las expectativas y proyecciones para sus empresas en particular.

Para el sector de empresas que se dedican al comercio, este octubre se registró un avance en las expectativas de que sus ingresos por comisión o consignación aumenten en los próximos 12 meses.

En el sector servicios (exceptuando los financieros) se registraron incrementos en los rubros que evalúan las expectativas de gastos e ingresos de las empresas, así como de la demanda nacional de servicios.

Las empresas dedicadas a la construcción anotaron avances en las expectativas de todos sus rubros, esperan que crezca el valor de las obras en las que son contratistas principales o subcontratistas, el total de obras ejecutadas y también proyectan un crecimiento de la población ocupada en este sector.

En el sector de la industria manufacturera también crecieron las expectativas; se espera que estas compañías produzcan más, amplíen la capacidad de planta utilizada y que la demanda nacional e internacional de sus productos aumente; también un mayor número de trabajadores en el sector.

Con información de El Economista.