Después de la contracción laboral que provocó la Covid-19 en México, en la etapa pospandemia cada vez más mexicanos se han reintegrado, o ingresado por primera vez, a la población ocupada.

Al corte de julio del 2022, se registró un crecimiento de 2 por ciento en el total de mexicanos que tienen al menos una actividad remunerada, en comparación interanual. En términos absolutos esto implicó 1 millón 3 mil 609 mexicanos más en la población ocupada, de acuerdo con cifras de la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo) del INEGI.

En línea con este avance, el nivel de desocupación también bajó durante este periodo. En comparación con el mismo mes del año pasado, se registraron 542 mil 471 menos mexicanos en situación de desempleo.

En términos generales, se observa que el mercado laboral mexicano sigue una tendencia de recuperación importante en los indicadores que evalúan la creación de empleos o el total de trabajadores efectivamente ocupados.

¿Dónde se incrementó la ocupación?

La mayor parte de estos crecimientos en la población que tiene una ocupación se generó en la categoría de trabajadores remunerados y subordinados. En comparación con julio del año pasado, este julio hubo 1 millón 211 mil 857 empleados más de esta modalidad.

Por su parte, en el desglose por tipo de sector, se observa que en estos últimos 12 meses el sector terciario es en el que más se generaron nuevas ocupaciones. Se registró 1 millón 37 mil 005 de ocupados más en estas actividades.

Cae ligeramente la informalidad 

Durante julio del 2022, la tasa de informalidad laboral, que engloba todas las formas de empleo informal, se ubicó en 55.4 por ciento, un nivel más bajo que el presentado el mismo mes del año pasado (56.4 por ciento).

Aunque esto representa un avance modesto en materia de protección y derechos laborales, todavía el nivel de trabajo informal sigue siendo alto. Más de la mitad de los hombres y mujeres que trabajan lo hacen de manera informal y esto incrementa su vulnerabilidad ante derechos básicos como seguridad social, contratos de trabajo, acceso a instituciones de salud y hasta prestaciones como aguinaldo y vacaciones.

Con información de El Economista.