Para contener el alza en los precios de los combustibles el Gobierno destinó en el primer semestre de este año 159 mil millones de pesos, seis veces más que el monto reportado en el mismo lapso de 2021.

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) detalló que el estímulo por IEPS sumó 114.8 mil millones de pesos, a lo que se sumó el estímulo complementario por 44 mil 46 millones de pesos, dirigido a productores e importadores.

“Los esfuerzos de este gobierno para evitar que la gente tenga una inflación en su canasta básica es de 160 mil millones de pesos”, señaló en conferencia de prensa Raquel Buenrostro, jefa del SAT.

Destacó que el impacto de los estímulos para contener la carestía se dimensiona en un comparativo con otros países.

“A mayo de 2022 México estaba con una inflación de 7.65 por ciento, mientras que Estados Unidos de 8.58 por ciento, tenemos un punto menos de inflación”, detalló. “Si nada más nos referimos a la parte de los productos o las mercancías energéticas, es mucho más notorio el control de la inflación, México está en 6.4 por ciento, Estados Unidos en 34.6 y la OCDE en 47.7″, agregó la funcionaria.

Jorge Gordillo, director de análisis de CI Banco, expuso que en términos de números tenemos aparentemente una inflación menor a la de Estados Unidos y Europa, que están niveles arriba del 8 por ciento, y en México la vemos aún abajo del 8 por ciento, pero eso no significa que así seguirá, parece que sigue subiendo la inflación en México.

“Lo que nos preocupa a todos es que la parte subyacente de la inflación de México está muy arriba, muy pegada al 8 por ciento, a diferencia de Estados Unidos que la tiene en 6 por ciento y Europa en 3.5 por ciento. Esto refleja que a México le va a costar un poco más bajar la inflación en los próximos meses”, detalló.

Subsidios han favorecido precios 

Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex, afirmó que el impacto del subsidio a la gasolina sí ha permitido contener la inflación, ya que de lo contrario la carestía sería más alta si no se hubieran dado los estímulos, quizás la carestía sería de 10 por ciento o un poco más.

“Pero hay un riesgo: que las finanzas públicas no pudieran sostener eventualmente el costo de estos estímulos y se tuvieran que suspender temporalmente o indefinidamente, en este caso habría que analizar si el ajuste al alza en el precio de la gasolina sería de un solo golpe, o paulatino, porque el efecto sobre la inflación sería distinto, en caso de que tuvieran que liberar estos estímulos”, advirtió Aguilar.

Gordillo expresó que el subsidio en términos políticos genera muchas simpatías, porque son medidas a favor del bolsillo de la población, aunque siempre hay un debate acerca lo conveniente o no de gastar de esta forma un dinero extra que está ingresando a las arcas públicas, ya que se trata de subsidios generalizados que lo mismo ayudan a los más ricos que a los pobres.

“El problema de este tipo de subsidios es que no te puedes salir de ellos y generan mucho costo. Es muy probable que el precio del petróleo seguirá alto y será muy difícil que el gobierno renuncie a seguir manteniendo los apoyos, y menos al acercarse las elecciones, porque al quitar los subsidios los precios se dispararían y de nada habría servido aguantarlos tanto”, advirtió.

El presidente quiere evitar los gasolinazos porque él los criticó mucho cuando era oposición. Ahora los precios sí han aumentado, por más que los ha contenido el subsidio, los precios están en 25 pesos por litro en algunos lados, cuando hace un año estaban en 19 pesos, añadió Gordillo.

Fuentes de Onexpo expresaron que los subsidios a la gasolina por medio del IEPS tienen gran aceptación pública porque benefician al consumidor, pero no han provocado un aumento adicional en la demanda de gasolina, ya que al ser un producto de demanda inelástica, lo mismo se consume cuando su precio es bajo o alto.

Precisaron que el IEPS se aplica y lo entera al fisco quien produce e importa el combustible, en lo que se llama venta de primera mano.

En el caso del subsidio fiscal complementario también puede haber un acreditamiento o devolución de ISR e IVA a los productores e importadores de combustibles.

Detallaron que el IVA que paga el consumidor final no tiene nada que ver con los subsidios a las gasolinas, este gravamen lo paga el comprador de gasolina en su factura.

Con información de El Financiero.