En los siguientes años se crearán más de 22.5 millones de empleos verdes en agricultura, energías renovables, silvicultura, construcción y manufactura, sectores en los que hay muy pocas trabajadoras, advierte el BID.

Para 2050, más del 80% de los nuevos empleos creados para descarbonizar el planeta se darán en sectores dominados por los hombres, “a menos que se aborden las desigualdades estructurales de género en la región”, advierte el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El cambio climático y las medidas para contenerlo sin una perspectiva de género destruirá nuestro hábitat y la economía, además aumentará el desempleo en general, pero con énfasis en las mujeres, apunta el organismo. En 28 años, los daños provocados por el calentamiento global ascenderán a 100,000 millones de dólares al año en América Latina y el Caribe, dice el BID.

Pero no hace falta esperar a 2050, “a menos que se tomen medidas drásticas e inmediatas”, esos daños económicos “pueden llegar a destruir hasta 2.5 millones de puestos laborales para 2030”, de acuerdo con Monserrat Bustelo, Karen Martinez, Agustina Suaya y Sofía González Prieto, economistas del BID y autoras del artículo Empleos verdes: Oportunidades para las mujeres en la región.

“Las mujeres ocupan solo uno de cada tres puestos de trabajo en el sector de las energías renovables a nivel global”. Previo a la pandemia de covid-19, había alrededor de 11.5 millones de puestos en esa área, y el 32% los desempeñaban mujeres, según el reporte Energías renovables y empleo: Balance anual 2020.

Asia concentraba el 63% de esas plazas a escala mundial, lo que le deja muy poco margen a América Latina y el Caribe. Aunque Brasil y Colombia tuvieron un crecimiento en los empleos en el sector de los biocombustibles.

Las mujeres, los pueblos indígenas, personas afrodescendientes y con discapacidad son las más afectadas “por las perturbaciones ambientales, económicas y sociales ocasionadas por el cambio climático”. Al mismo tiempo, estos grupos son quienes realizan más acciones en defensa del medio ambiente.

Podría haber más ganancias que pérdidas

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los empleos verdes son aquellos que “contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente, ya sea en los sectores tradicionales como la manufactura o la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética”.

Los compromisos que los países han asumido para descarbonizar el planeta nos conducen a una economía de cero emisiones netas, lo que pudiera parecer utópico. Pero en esa transición, para 2030, “se destruirán 7.5 millones de empleos en la electricidad a partir de combustibles fósiles, la extracción de combustibles fósiles y la producción de alimentos de origen animal”, prevé el BID en el reporte El empleo en un futuro de cero emisiones netas en América Latina y el Caribe.

Sin embargo, “nuevas oportunidades de empleo compensarán con creces dicha pérdida”, pues hay potencial de creación de 22.5 millones de puestos de trabajo en agricultura, producción de alimentos de origen vegetal, energías renovables, silvicultura, construcción y manufactura.

Pero “sin políticas para reubicar” a las trabajadoras y los trabajadores, fomentar el trabajo decente en las zonas rurales, para “ofrecer nuevos modelos empresariales” y apoyar personas desplazadas y a sus comunidades”, advierte el organismo, de poco servirá que ya no estemos contaminando.

Propuestas de acción
La transición hacia las cero emisiones netas es también “una oportunidad para crear empleos en la región. Si nos enfocamos en cerrar brechas de talento, además, podemos impulsar la inclusión laboral de mujeres”, proponen las economistas del BID.

Algunas de sus recomendaciones son la creación de empresas de mujeres basadas en recursos naturales, usando la tecnología para aumentar la producción agrícola, liderar la gestión del agua y la tierra, la producción de biocombustibles y la protección de los bosques.

“Las oportunidades también apuntan al sector de la construcción, la manufactura y la producción de energía renovable”, pues se proyecta que este último sector generará más de 100,000 empleos en los próximos años, pero es necesario desde ahora aumentar la representación de mujeres.

Para ello se requiere aumentar las competencias laborales necesarias para estos puestos técnicos, que siguen siendo masculinos y que por diversos motivos no les resulta un espacio seguro o atractivo a niñas y mujeres.

La mayor parte de las mujeres labora en el sector de servicios y “se están creando empleos en ecoturismo, movilidad eléctrica, transporte público y gestión de residuos”, así que sí podrían encontrar puestos de trabajo ahí, siempre y cuando cuenten con la capacitación adecuada.

También “se necesita avanzar en la recolección de datos representativos desagregados por género. Así podremos incrementar el entendimiento de cómo las políticas que promueven los empleos verdes afectan los mercados laborales de diferentes grupos de la población”.

FUENTE: EL ECONOMISTA