La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) solicitó a la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR) flexibilidades para cumplir con las reglas de origen del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en vehículos eléctricos y ciertas autopartes críticas relacionadas.

En un comentario enviado a la USTR, la AMIA solicitó permitir que los componentes críticos de alta tecnología relacionados con la electromovilidad producidos en plantas nuevas o remodeladas cumplan las normas basadas en el tariff-shift o un Valor de Contenido Regional (VCR) inferior durante los tres primeros años tras el inicio de la producción.

Los componentes críticos de alta tecnología relacionados con la electromovilidad aún no se producen en Norteamérica.

“Impedir la aplicación de normas basadas en el tariff-shift para tales componentes, o exigir el 75% del VCR sin ninguna introducción progresiva, plantea un escenario extremadamente difícil para los nuevos proveedores que deseen producir en América del Norte, desalentando nuevas inversiones en la región”, argumentó la AMIA.

En cuanto a las autopartes, la AMIA puso como ejemplo que la cadena de suministro norteamericana para baterías aún está en desarrollo, y el tiempo adicional del Régimen de Transición Alternativo (hasta dos años) para los vehículos electrificados recién lanzados (HEV/PHEV/BEV/FCEV) ayudará a expandir la producción y los empleos de tecnología limpia en las tres naciones de la región. El T-MEC ordena a los tres países evaluaciones integrales cada seis años.

El papel del VCR 

El VCR mide el porcentaje de piezas producidas en la región que contiene un vehículo producido, ya sea en México, Estados Unidos y Canadá y del cumplimiento o no del VCR acordado en el T-MEC, depende que ese vehículo goce de las preferencias arancelarias del tratado.

El VCR vigente en el anterior Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) era de 62.5% y para el T-MEC se acordó elevarlo de forma gradual hasta 75% para partes esenciales, esto es, motor, chasis y carrocería, eje, suspensión, sistema de dirección y batería.

El T-MEC entró en vigor el 01 de julio de 2020 con un VCR de 66%, que se elevó a 69% en 2021. El cumplimiento de la tasa de 75% es obligatorio a partir del 01 de julio de 2023.

Polémica por interpretación 

Al margen de la mayor flexibilidad que pide la AMIA para el caso de los vehículos eléctricos, desde la entrada en vigor del T-MEC, México y Canadá han cuestionado la interpretación estadounidense del método de cálculo del Valor de Contenido Regional (VCR).

En diciembre de 2022, un panel de resolución de disputas del T-MEC falló en contra de Estados Unidos y desde entonces los tres países han declarado que continúan trabajando para lograr una resolución.

Los gobiernos de México y Canadá argumentaron que si una pieza central califica para el T-MEC, el 100% de su valor debería contar para el cálculo más amplio del VCR (lo que se conoce como roll up).

La interpretación de la USTR fue que el cálculo general del VCR debería excluir el valor de los materiales en las piezas centrales que no provienen de un país del T-MEC (“no originarios”).

México y Canadá sostuvieron que estas flexibilidades se negociaron para ayudar a los productores de vehículos de motor de América del Norte a cumplir los requisitos del VCR.

Según las reglas del T-MEC, Canadá y México podrían haber comenzado a aplicar represalias a Estados Unidos 45 días después de que se emitiera el informe final del panel, pero no lo han hecho hasta la fecha.

En 2023 el 90% de las exportaciones mexicanas de vehículos ligeros se dirigieron a Estados Unidos, Canadá y Alemania. De los autos que circulan en territorio estadounidense, 15.5% corresponden a unidades ensambladas en México.

México continúa como el principal proveedor de vehículos ligeros en el mercado estadounidense, con un diferencial grande respecto a su siguiente competidor (Japón) y Corea del Sur.

Con información de América Economía.