• Al ser desechados los residuos en el ambiente, se pueden desarrollar grandes problemas de salud a largo plazo.

Tijuana, B.C.- Según datos estadísticos del INEGI, en México existen alrededor de 5 millones de establecimientos económicos que producen residuos peligrosos, sin embargo, solo en 2% están registrados, lo que significa que la mayoría desechan estos materiales en el ambiente, sin que exista un control para ello.

De este universo, el INEGI detalla que en Baja California son alrededor de 126 mil establecimientos económicos, de los cuales solo el 5% cuentan con registro para disponer de sus residuos peligrosos a través de empresas encargadas para hacerlo.

Al respecto, Jessica Castañeda Castillo, Asesora Técnica del Centro de Innovación y Gestión Ambiental, expresó que aunque existe una regulación mexicana para que las empresas que generan este tipo de residuos hagan su correcta disposición, sin embargo, no existe suficiente personal para inspeccionar a estos establecimientos, provocando que desechen los materiales en los rellenos sanitarios, donde se contamina el ambiente y los mantos friáticos.

Sobre este problema, la especialista indicó que los hogares también generan este tipo de desechos como lo son las pilas, aerosoles y focos porque no solo no existe una regulación para la vivienda, sino que las personas desconocen de las consecuencias de esto.

En ese sentido, explicó que aunque estos terminan en rellenos sanitarios, existen personas que se dedican a pepenar que están en contacto con estos materiales que son dañinos para la salud.

Manifestó que muchos de ellos, además de ser cancerígenos, también provocan enfermedades asociadas a fallos renales, entre otros.

Sin embargo, Castañeda Castillo aseveró que estas patologías podrían ser más, sin embargo, no hay mucha información pues se desarrollan por un contacto prolongado, por lo que podría tomar años antes de que una persona pueda darse cuenta.

Pese a esto, sostuvo que el problema podría ya estar afectando a una gran cantidad de personas en el país, puesto que, al contaminar los mantos freáticos y las tierras, el agua y los alimentos que se consumen podrían ya contener sustancias nocivas.

Con información de El Mexicano.