El Indicador Multidimensional de la Manufactura BBVA (IMM BBVA) cayó por segundo mes consecutivo, con una variación de (-)1.2% AaA en julio.

Con el dato de este último mes, el promedio de la variación interanual de los primeros siete meses del año asciende a 1.3%, 2.9 puntos porcentuales por debajo del promedio registrado en el mismo periodo de 2022. La contracción del mes de julio confirma el punto de inflexión para la producción manufacturera en México, ante la debilidad de la demanda por bienes duraderos en Estados Unidos.

De acuerdo con datos del U.S. Bureau of Economic Analysis, las ventas al menudeo de automóviles cayeron (-)0.5% MaM en términos reales durante julio, mientras que las compras de muebles y aparatos eléctricos se redujeron (-)1.7% en el mismo periodo.

Por su parte el indicador de volumen esperado de producción del INEGI (componente del índice de pedidos manufactureros), registró su menor nivel en julio (46.6) desde principios de la pandemia (mayo de 2020).

Se anticipa que la ralentización de la demanda de bienes duraderos en EU se observará con mayor profundidad en los siguientes meses, en un entorno de apretamiento de las condiciones de financiamiento para los hogares en ese país, y gradual enfriamiento de su mercado laboral.

De acuerdo con las cifras del INEGI, en el mes de junio los sectores de actividad manufacturera con mayor participación en la producción que mostraron la mayor debilidad fueron la industria química y el segmento automotriz, que registraron contracciones de (-)3.6% y (-)2.0% MaM, respectivamente.

Otros segmentos que mostraron caídas fueron la fabricación de productos textiles (excepto prendas de vestir), la impresión e industrias conexas, y la industria del papel. Con el dato de junio, la industria química se ubica en un nivel 4.8% por debajo de su cifra pre-pandemia, mientras que el segmento automotriz lo supera en 4.0%.

En términos de capacidad utilizada, los subsectores que registraron la mayor contracción durante junio fueron la industria del papel (-5.3 pp) y la fabricación de muebles (-5.0 pp). Por su parte, los segmentos que mostraron el mayor crecimiento en el periodo fueron la fabricación de productos derivados del petróleo y la fabricación de equipo de cómputo y comunicaciones.

Estos dos últimos componentes de la actividad manufacturera registran a la fecha niveles de capacidad utilizada que superan en 50.1 y 14.3%, su nivel pre-covid, consolidándose como los segmentos de actividad con mayor ganancia en producción tras el inicio de la pandemia.

Se estima que la actividad manufacturera continuará mostrando debilidad hacia adelante, a medida que se reduce la demanda externa, en un entorno de altas tasas de interés y mayores restricciones al crédito en ese país.

Se anticipa que el menor crecimiento en la manufactura se verá compensado por el dinamismo en otros sectores de la economía, en particular del sector terciario, ante la resiliencia del consumo interno. En el mediano plazo, la producción industrial podría beneficiarse de una política de promoción de la inversión privada (tanto nacional como extranjera) para potenciar el nearshoring.

Con información de Grupo en Concreto.