México es de los países que más tienen fraudes inmobiliarios derivado de que “es un mercado muy intermediado, si quieres comprar o rentar se recurre a un agente inmobiliario, que en el mayor de los casos es poco profesional, lo que genera desconfianza”, señaló Nicolás Peñaranda, cofundador de la proptech Castia.

El CEO de Castia de origen colombiano señala a En Concreto que varias son las alarmas que se encienden y que uno debe estar alerta cuando se va adquirir o vender un bien inmueble, “que es prácticamente el patrimonio de las familias”.

Una de las primeras señales de que puede ser un fraude está en que te pidan un adelanto sin la firma de un contrato, que restrinjan la información de quién va a vender o comprar y que nieguen las visitas físicas y se enfoquen en las virtuales.

Algo que se tiene que checar es que la propiedad en venta “esté saneada de en términos legales, porque si tiene un problema jurídico es lo que al final estalla”, es necesario cerciorarse que se pagó agua, predial y luz, apuntó el fundador de Castia.

Sin embargo, explicó que hay instituciones como la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) que hacen esfuerzos por reglamentar y a partir de septiembre entró en vigor la Norma Oficial Mexicana NOM-247-SE-2021 que regula las prácticas comerciales, así como los elementos que deben contener los contratos de compraventa sobre los inmuebles destinados a casa habitación, para garantizar la protección de los derechos de los compradores de vivienda.

En conjunto la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) hace esfuerzos para profesionalizar al gremio para evitar fraudes y que las personas confíen en los asesores inmobiliarios.

Con información de Grupo en Concreto.