Los costos laborales en los primeros cuatro años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador podrían extenderse a toda su gestión con implicaciones para la economía, una vez que las empresas pierden competitividad, se alimentan presiones inflacionarias, y se actúa a favor de la informalidad por lo que se debe tener moderación en los aumentos salariales, señaló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

“Esas implicaciones son inoportunas, por decir lo menos, cuando la reactivación económica y el abatimiento de la inflación son urgentes, a fin de generar más empleos de calidad y mayor bienestar social, aprovechando las grandes oportunidades que se presentan para el país. Por ello, la moderación en términos de todo lo que afecta a los costos laborales es necesaria, incluyendo de manera importante la revisión de los salarios mínimos”, indicó en su comentario semanal.

Los costos laborales pasaron de representar el 10 por ciento de los costos totales en 2018, al 14 por ciento en 2022. Entre 2018 y 2022 aumentaron en mayor proporción que los costos totales. En términos nominales 73 por ciento contra 29 por ciento, y 40 por ciento contra 4.3 por ciento en términos reales.

“Tomando en cuenta la dinámica de los costos laborales de los primeros cuatro años de la administración, no hay duda de que los costos laborales se habrán elevado en mucho mayor proporción que los costos totales de las empresas entre 2018 y 2024″, apuntó al estimar que en 2023 y 2024 es probable que los costos laborales continúen aumentando en mayor medida que otros rubros.

Recordó que también, a partir del próximo año las aportaciones de las empresas al retiro de los trabajadores comenzarán a aumentar en un punto porcentual del salario.

El aumento de los costos laborales impacta a la economía nacional a través del sector empresarial. Ante la falta de ganancias productivas, las empresas pierden competitividad. En la medida en que los costos laborales crezcan en mayor proporción que los totales se alimentan las presiones inflacionarias, ya que lo natural es que las empresas intenten compensar esos costos con aumentos de sus precios a fin de evitar pérdidas. Asimismo, la tendencia de incremento de costos laborales asociado a fuertes aumentos del salario mínimo y aportaciones a la seguridad social actúa en favor de la informalidad laboral, puntualiza el análisis del CEESP.

Pegará a inflación

Para José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) de la CONCAMIN, un aumento del salario mínimo superior al 15 por ciento para 2023 tendría una mayor presión inflacionaria sobre lo que ha ocurrido en años previos.

“Los costos de producción aún se mantienen en niveles elevados y el margen de operación que tienen en este momento es mucho menor que en años previos. En este sentido, las micro y pequeñas empresas son las que enfrentan las mayores restricciones –justamente son las que tienen como pago el salario mínimo o cuando mucho hasta dos salarios mínimos–, para poder cumplir con el incremento sin afectar precios de sus productos y servicios finales porque enfrentan costos elevados”, dijo el experto.

En la evaluación conocida como Artículo IV, el Fondo Monetario Internacional (FMI) coincidió en que la magnitud del incremento en el salario mínimo en México puede crear riesgos al alza para la inflación.

“Los grandes aumentos del salario mínimo previstos para los próximos dos años podrían aumentar aún más las presiones inflacionarias en un momento en que es fundamental volver a niveles de inflación bajos y estables”, señaló a principios de octubre.

En 2022 se otorgó un incremento de 22 por ciento con lo que quedó en 260.34 pesos diarios en la Zona Límite de la Frontera Norte (ZLFN), y 172.87 pesos diarios en el resto del país. El costo laboral fue de 1.8 por ciento en la ZLFN y de 1.2 por ciento en el resto del país, según la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONSAMI).

Abiertos a propuestas 

Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), señaló que este año su propuesta para llevar a la mesa de discusión de la CONASAMI, buscará no causar mayor presión inflacionaria.

“Estamos preparando una propuesta muy importante sobre todo que pueda ayudar a mantener, que no se siga disparando el tema inflacionario; cuidar los equilibrios porque de nada sirve dar un porcentaje alto que luego se refleje en precios altos y sea una escalera que no se alcance”, dijo el empresario en días pasados.

Con información de El Financiero.