• El instituto estadístico mejora el crecimiento de 2021 hasta el 5,5% y empeora el desplome de 2020 hasta el 11,3%. El cambio retrasa la recuperación dejando la actividad económica un 0,3% por debajo

La crisis económica de la covid fue más aguda de lo que se había calculado inicialmente. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revisado los datos de crecimiento de la economía de los años 2021, 2020 y 2019. Como resultado, el producto interior bruto es ahora incluso ligeramente menor del que había antes: un 0,3% por debajo.

El crecimiento del PIB de 2021 se mejora del 5,1% al 5,5% por un comportamiento más robusto del consumo de los hogares. El de 2020, año del gran confinamiento, se empeora y sufre ahora una profunda caída del 11,3% en lugar del 10,8% estimado anteriormente. Y el avance de 2019 se revisa levemente a la baja desde el 2,1% al 2%. En euros, el PIB alcanzó el año pasado los 1,206 billones.

Con los datos del segundo trimestre conocidos antes de esta revisión —y que ahora se tendrán que modificar al cambiar la base—, la actividad se encontraba todavía un 2,5% por debajo del PIB del cuarto trimestre de 2019. Así que una vez se actualicen se alejará un poco más el momento en que se recuperen los niveles prepandemia, algo que instituciones como el Banco de España o el FMI ya situaban en la segunda mitad de 2023. El 23 de septiembre se difundirán las nuevas cifras trimestrales de este año ya actualizadas.

Estos números dejan a España como uno de los países cuya economía padeció un mayor desplome por la covid, en gran medida por una estructura productiva muy dependiente de servicios como el turismo, que fueron muy perjudicados por las restricciones que se impusieron para combatir el virus. Sin embargo, el Gobierno y una parte de los analistas llevan tiempo defendiendo que el PIB puede estar mal calculado y que la evolución debería ser bastante mejor. Esgrimen, por ejemplo, las cifras de afiliación a la Seguridad Social, en niveles récord, con más de 20 millones trabajadores, y las de ingresos tributarios, que ya superan desde 2021 las cotas previas a la pandemia. Esta discrepancia, que en general está ocurriendo en todos los países, aunque quizás con más intensidad en España, ha provocado tensiones con el anterior presidente del INE, José Manuel Rodríguez Poo, que dimitió a finales de junio. Parece que la incorporación de la nueva presidenta, Elena Manzanera, procedente del instituto estadístico andaluz, no ha cambiado mucho la radiografía que brinda el organismo.

“La revisión al alza del 2021 va en línea con lo que esperábamos. En cambio, la del 2020 ha sido algo más inesperada”, explica María Jesús Fernández, analista de Funcas. Tras estas modificaciones, el consumo de los hogares se queda en un nivel algo más alto. Por el contrario, la inversión y las exportaciones se colocan en cotas un poco más bajas que las que tenían antes de la revisión. Por sectores, el comercio y la agricultura mejoran mientras empeoran la industria y la construcción. Esta última traza una trayectoria en el PIB que no casa con los datos de afiliación, mucho mejores. Los cambios en la estadística obedecen a la llegada de información de encuestas sobre los presupuestos familiares, la industria, la construcción, las empresas y los servicios. También hay nuevos datos recibidos sobre actividades de I+D, de la balanza de pagos y de la intervención pública.

El Ministerio de Economía señala en una nota que la mejora de 2021 en cuatro décimas “certifica la fuerte recuperación de la economía española que vienen mostrando todos los indicadores económicos, impulsada por la fortaleza de la demanda interna y el buen comportamiento del mercado laboral”. El año pasado el consumo de los hogares creció un 6% en vez del 4,6% calculado en la serie anterior. Y la inversión se modera: sube un 5,9% frente al 6,8% estimado inicialmente.

Las horas trabajadas, que es la estadística a la que se aferra el INE por la elevada incidencia de los ERTE en este periodo, subieron en 2021 un 7,2% frente al 7,0% anterior. Aun así, la revisión a la baja de 2020 hace que el nivel de 2021 sea un 1,2% inferior al que se había dibujado antes. El año pasado se trabajaron 32.406 millones de horas.

Esta actualización se publica en un momento de elevada incertidumbre sobre las perspectivas económicas debido los cortes del gas ruso. Hasta ahora la economía española ha mostrado bastante fortaleza a pesar de los elevados precios de la energía y una inflación desbocada. Si bien en los datos más recientes sí que se empieza a apreciar una desaceleración de la actividad. Pero la gran incógnita es cuán pronunciado va a ser. El gas, el comportamiento de la economía europea, las subidas de tipos y la inflación serán clave. El indicador sintético de la Autoridad Fiscal prevé por ahora una caída del PIB del 0,3% para el tercer trimestre. El Gobierno argumenta que la economía está aguantando a pesar de que ya se están produciendo cortes de gas y que sus medidas están paliando el golpe de los precios. También señala que la situación patrimonial de los hogares es mejor, que el euríbor todavía está por debajo de su media histórica y que hay más hipotecas a tipo fijo, sobre todo entre las más nuevas y que por tanto soportan más deuda. Y recuerda que los fondos europeos están ya tirando de la inversión en bienes de equipo.

FUENTE: EL PAÍS