De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación en los alimentos, bebidas y tabaco volvió a reputar en el mes de junio a 12.92 por ciento, pese a la implementación del Programa contra la Inflación y Carestía (PACIC) del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el cual se presentó en mayo pasado.

El dato del sexto mes del año es mayor a la inflación que estos productos mostraron en mayo, de 11.89 por ciento, además de ser el registro más alto para los alimentos, bebidas y tabaco desde septiembre de 1999, cuando se encarecieron en 13.15 por ciento.

Así, México se ubica como uno de los países que presenta un mayor alza en los precios del rubro de alimentos, bebidas y tabaco en América Latina, de acuerdo con datos de la CEPAL a marzo, cuando la inflación en estos productos fue de 12.1 por ciento.

El panorama parece no cambiar, ya que en junio se mostró un nivel de inflación que no se veía en más de 20 años. Los datos del INEGI mostraron que fue el rubro de aceites y grasas comestibles el que más incrementó su precio en junio, al encarecerse 33.26 por ciento en comparación anual. En los últimos meses, los aceites han visto un alza considerable en su precio, esto ante la escasez que se ha reportado derivado del conflicto bélico en Ucrania.

La leche y sus derivados, así como el huevo, mostraron un aumento anual de su precio de 15.43 por ciento, mientras que el pan, tortillas y cereales se encarecieron en 15.07 por ciento.

En el caso de las frutas y hortalizas, el incremento en sus precios fue de 13.90 por ciento, a la vez que las carnes aumentaron en 13.69 por ciento.

Sustituir la carne roja por pescados y mariscos también sale más caro que hace un año. De acuerdo con el INEGI, estos productos se encarecieron en 11.15 por ciento. En cuanto al azúcar, café y refrescos, la inflación observada fue de 7.18 por ciento anual.

El dato de junio es alarmante, como lo ha sido en los últimos meses, de acuerdo con analistas consultadas. Nataly Hernández, investigadora del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO) recordó que, en un inicio, el problema inflacionario comenzó con el encarecimiento de los energéticos y los insumos básicos; sin embargo, estos precios se transfirieron al resto de los bienes de la economía, por lo que en los últimos meses se observan presiones en el rubro de alimentos y agropecuarios.

Además de ser la clasificación que más aumentó en durante junio, Katia Guzmán, coordinadora de Datos de México ¿Cómo Vamos? recordó que los alimentos y bebidas tienden a tener una mayor incidencia en la inflación general, es decir, un mayor impacto.

Familias de menores ingresos, las más golpeadas 

Si bien los altos niveles de inflación afectan el poder adquisitivo de todas las familias mexicanas, los hogares de menores ingresos son los que más se ven afectados ante el incremento de alimentos básicos, como puede ser el huevo, cereales, aceites y frutas.

“El impacto de la inflación es mayor para hogares con bajos ingresos debido a la composición de las canastas de consumo. Dependiendo del nivel de ingresos, los hogares distribuyen sus recursos de manera diferente: mientras que un hogar representativo del decil I debe destinar 50 por ciento de su gasto al rubro de alimentos, bebidas y tabaco, la proporción que un hogar del decil V le dedica a dichos bienes es de 43 por ciento, y en el decil X es de 28 por ciento”, explicó el IMCO.

En este sentido, Nataly Hernández detalló que, dado que la inflación actual es más pronunciada en el rubro de bienes alimenticios y agropecuarios, los aumentos en los precios de estos terminan afectando más a los hogares de menores recursos.

“Algo que nos preocupa es que la inflación general fue de 7.99 por ciento. Los alimentos y bebidas aportaron casi 3.7 puntos porcentuales de esta inflación, es decir, casi la mitad de la inflación que estamos experimentando se debe a un aumento generalizado en los precios de los alimentos y bebidas”, dijo Katia Guzmán.

La controversia del PACIC 

Presentado a inicios de mayo, el PACIC generó la discusión en torno a sí podría tener un impacto positivo o no en la inflación ante las medidas anunciadas para el gobierno, las cuales para algunos quedaron a deber.

Katia Guzmán detalló que el plan del gobierno carece de un programa social o incentivos para que se asegure que la población mexicana, sobre todo las familias de menores ingresos, puedan acceder a los alimentos.

“No está siendo muy exitoso en contener los incrementos de los 24 productos seleccionados. El huevo y el pollo están en este paquete, y el primero tuvo una inflación de 23.96 por ciento y el pollo de 17.52 por ciento, y lo mismo pasa con casi todos los productos”, precisó.

Otra medida del PACIC, –que se empezó a implementar desde antes–, son los estímulos fiscales al IEPS de gasolinas, así como los complementarios, los cuales a consideración de Nataly Hernández sí han logrado evitar una inflación de dos dígitos; sin embargo, el costo que tienen para el erario hace que esta medida sea insostenible en el tiempo.

Con información de El Economista.