Con votación de 9 a 5, el Comité Permanente de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) aprobó permitir que Earth Ocean Farms (EOF), una instalación de acuacultura en México, participe en el comercio internacional de totoaba criada en cautiverio.

Organizaciones ambientalistas señalaron que la medida aprobada, más que benéfica, podría sellar el destino de la vaquita marina, pues existen “huecos” que podrían propiciar la ya de por sí vigente pesca ilegal, además de que no beneficia a pescadores de San Felipe o El Golfo.

La totoaba es una especie endémica del Alto Golfo de California, enlistada en el Apéndice I de la CITES, sujeta a las más altas protecciones establecidas en la Convención debido a su estatus de especie en peligro de extinción.

Esta medida votada el jueves en Francia, se aplica a la especie de tal manera que pueda ser comercializada fuera de México y hasta el momento solo le estaría permitido a la empresa Earth Ocean Farms.

Preocupación

Los miembros del Comité rechazaron los argumentos de conservación en contra de la solicitud de la empresa, que fue introducida en la CITES en 2019, entre las cuales destaca la preocupación de que un comercio legal de totoabas criadas en cautiverio, pueda encubrir un comercio ilegal de totoabas de origen silvestre.

Esta situación dañaría el endeble ecosistema en el que se desenvuelve la vaquita marina, de la cual se estima que quedan menos de 10 ejemplares en el mundo, todas en el Alto Gofo de California.

Algunos esfuerzos internacionales, encabezados por Estados Unidos e Israel, instaron al Comité a rechazar la solicitud de EOF, pero la mayoría de los miembros, incluidos Bélgica y Polonia, apoyaron la apertura del comercio internacional de totoaba por primera vez en casi 50 años.

Claire Perry, líder de la campaña climática y oceánica de la Agencia de Investigación Ambiental, señaló que “México ha fallado repetidamente en evitar la pesca ilegal de totoabas para el mercado internacional de sus vejigas natatorias; un comercio legal de totoaba, ya sea que incluya vejigas natatorias en este momento o no, solo complicará la aplicación de la ley y aumentará la demanda de peces silvestres que comparten el mismo hábitat que la vaquita”.

El mercado es para el buche, no para la carne

En entrevista para El Imparcial, Alex Olivera, representante en México para el Centro para la Diversidad Biológica, explicó que la empresa se comprometió a solamente comercializar la carne de la totoaba, y que, de momento, no lo hará con el buche o vejiga natatoria, y que incluso las destruiría.

“Es un compromiso de palabra, aunque legalmente no están obligados, porque esta medida les permite comercializar el pez totoaba y todos sus derivados”, señaló el ambientalista. “Tendríamos que confiar en su palabra”.

Olivera dijo que no hay mercado para la carne de totoaba a nivel internacional, y, por el contrario, sí lo hay para el buche o vejiga natatoria en el mercado asiático, donde se paga hasta 10 mil dólares por kilo de ella.

SIN BENEFICIOS PARA SAN FELIPE

Alex Olivera, representante en México para el Centro para la Diversidad Biológica, señaló que esta medida no trae ningún beneficio para pescadores de San Felipe o del Golfo de Santa Clara, tampoco para sus comunidades.

Estas comunidades fueron sometidas a un periodo de veda y permanente en el polígono de la vaquita marina, aunque desde el inicio de la actual administración federal se redujeron o nulificaron los esfuerzos para la conservación de esta zona.

“Aún hay pesca ilegal en el polígono, con la administración (federal) anterior no podemos decir que todo estaba bien, pero desde que inició esta, México dio un paso atrás en la conservación de la vaquita y la totoaba en esta zona”, comentó.

“Acabo de estar en San Felipe y vimos cómo sigue la pesca, ahorita la de camarón y curvina, con redes que son ilegales, que no están permitidas”, agregó.

Prevén propicie la pesca ilegal

“Al permitir el comercio de totoabas criadas en cautiverio, se ha facilitado el lavado ilegal de totoaba capturada en la naturaleza para hacerla pasar como criada en cautiverio, y aumentará la demanda de productos de totoaba, incentivando así la pesca ilegal de totoaba, y poniendo en mayor peligro a la vaquita marina”, señala el comunicado conjunto de organizaciones ambientalistas.

“A pesar de que las partes de CITES acordaron reducir la demanda de especímenes de totoaba en la reunión de 2019 de la Conferencia de las Partes de CITES, la acción del jueves es completamente contraria a ese objetivo”, añade.

“Esta es la evidente hipocresía de CITES: aceptar reducir la demanda de totoaba para proteger a la vaquita un día y luego autorizar el comercio de totoaba al siguiente día”, dijo DJ Schubert, biólogo de vida silvestre del Instituto de Bienestar Animal.

“El continuo desinterés de México en salvar a la vaquita quedó en evidencia cuando impulsó la ridícula idea de que el comercio legal de totoabas más pequeñas criadas en cautiverio, ayudará a limitar la pesca ilegal y el comercio de totoabas más grandes capturadas en la naturaleza”, dijo Zak Smith, del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales.

“México lleva mucho tiempo buscando la extinción de la vaquita; con esta decisión se da un paso más cerca hacia esa meta”, aseguró.

Olivera explicó que aunque la empresa emite un código QR para la trazabilidad de un ejemplar de totoaba, en el camino, entre intermediarios y el destinatario o consumidor final, han quedado huecos para el “lavado” de totoaba, pues el producto final podría haber sido uno capturado en vida silvestre.

Con información de El Imparcial