En el 2021 las importaciones mexicanas de gas natural estadounidense se expandieron 7.2% a un nivel récord de 5 mil 950 millones de pies cúbicos diarios en promedio (mmpcd), pero México pierde cada vez más peso en el portafolio de exportaciones estadounidenses de la molécula, lo que complica su panorama para obtener mejores precios.
El año pasado, México absorbió 32.6% del gas natural que exportó Estados Unidos, el nivel más bajo desde el 2010 (29.3%) y lejano del máximo de 60.2% registrado en el 2016, de acuerdo con cifras reportadas esta semana por la Administración de Información de Energía del Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).
En medio de tensiones geopolíticas, eventos climáticos y esfuerzos para combatir el calentamiento global, el apetito por el gas natural estadounidense –todavía el más barato del mundo– se ha incrementado y México rivaliza cada vez con más países para conseguir el carburante.
De acuerdo con la EIA, el año pasado Estados Unidos exportó, por primera vez, más gas natural en estado líquido (gas natural licuado) que en estado gaseoso.
En su forma líquida, el gas natural estadounidense tiene múltiples destinos vía marítima, mientras que, en su forma gaseosa, únicamente puede llegar a México y Canadá, los únicos países que tienen conexión transfronteriza de ductos.
Considerando la molécula en sus dos estados químicos, las exportaciones estadounidenses crecieron 25.9% a 18 mil 228 mmpcd, de los cuales, 53.5% correspondió a la forma líquida y 46.5% a la forma gaseosa.
El crecimiento de los envíos de gas natural licuado fue de 49% a 9 mil 756 mmpcd y el de las exportaciones por ducto avanzó solo 6.9% a 8 mil 472 mmpcd.
Para poner estos datos en perspectiva, en el 2010 Estados Unidos exportó menos de una quinta parte del gas natural que comercializó al exterior en el 2021 y tenía apenas tres clientes (México, Canadá y Japón), al tiempo que canalizó 94% de sus envíos a través de ductos.
En el 2021, el carburante estadounidense, cuya producción se aceleró en la última década gracias al boom de la extracción en campos no convencionales, llegó a 40 países y generó 39 mil 766 millones de dólares por concepto de exportaciones, casi ocho veces lo conseguido en el 2010 (5 mil 111 millones de dólares), de acuerdo con cifras del Buró del Censo de Estados Unidos.
Detrás de México, Canadá es el segundo destino del gas natural estadounidense, con compras por 2 mil 568 mmpcd. El top 10 lo completan Corea del Sur, con 1,242 mmpcd, China (1,232 mmpcd), Japón (972 mmpcd), Brasil (843 mmpcd), España (589 mmpcd), India (538 mmpcd), Reino Unido (534 mmpcd) y Turquía (517 mmpcd).
Excluyendo a México y Canadá, el volumen de gas natural estadounidense absorbido por el resto de los países del top 10 de destinos creció 53% al pasar de 4 mil 215 mmpcd a 6 mil 468 mmpcd.
Panorama de precios
Para México, esta diversificación estadounidense de ventas ha venido acompañada de mayores precios. Según la EIA, el precio promedio pagado por los importadores mexicanos se disparó 155% a 5.4 dólares por cada mil pies cúbicos transportados por ducto.
Como resultado de esto, el valor de las importaciones mexicanas creció 162% a 10 mil 631 millones de dólares, según se observa en los registros del Buró del Censo de Estados Unidos.
Buena parte de este incremento se debe al repentino salto de precios de 2.84 a 26.96 dólares por millar de pies cúbicos entre enero y febrero del 2021, debido al impacto negativo que tuvo en la producción de gas el vórtice polar que aquejó el estado de Texas durante el segundo mes de ese año.
El precio promedio de exportación de la molécula estadounidense por ducto creció, a su vez, 135% a 4.9 dólares por millar de pie cúbico, mientras que el precio promedio de exportación del gas natural licuado creció solo 35% a 7.6 dólares por millar de pie cúbico.
En el caso mexicano, si se elimina el dato del mes de febrero, el precio promedio pagado por los importadores mexicanos en el 2021 bajaría a 4 dólares por millar de pies cúbicos, con lo que el incremento respecto del 2020 bajaría a 87%, alza que, de cualquier forma es muy superior a la subida que tuvo el precio del gas natural licuado estadounidense de exportación.
Reforma eléctrica, presión
México es uno de los varios países cuya sed por el gas natural se ha incrementado en los últimos años, a medida que ha sustituido por dicho carburante el uso de otros combustibles más sucios para la generación de energía eléctrica, como el carbón, el combustóleo o el diésel.
A octubre del año pasado (dato más reciente disponible a la fecha de publicación de esta nota) la oferta nacional del carburante fue de 8,309 mmpcd, con un componente de 72% de importaciones (de las cuales 98.9% provienen de Estados Unidos), de acuerdo con datos de la Secretaría de Energía.
Entre el 2011 y el 2021 la oferta creció 27%, con realidades dispares a su interior, ya que la aportación de la producción nacional se desplomó 52% al pasar de 4mil 813 mmpcd a 2 mil 292 mmpcd, mientras que el componente importado se disparó 244%, desplazándose de 1,750 mmpcd a 6 mil 017 mmpcd.
En el mismo lapso, el sector eléctrico incrementó su participación en la demanda nacional de gas natural y pasó de 47 a 65%.
De acuerdo con datos de la SENER, en el 2020, 60% de la electricidad del país se produjo a partir del gas natural y esa proporción podría crecer en el corto plazo de concretarse la iniciativa de reforma eléctrica del presidente López Obrador, que plantea devolverle a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el monopolio de venta de energía eléctrica al consumidor final y garantizarle un 54% del mercado de generación.
De acuerdo con la propia CFE, cumplir con dicho 54% en el corto plazo implicaría duplicar su generación eléctrica a partir de gas natural, de 57 mil 096 (dato del 2021) a 119 mil 514 GWh, con lo que dentro de su portafolio la producción de esta tecnología pasaría de representar 46% a 64% del total.
Con información de El Economista.