En el camino para la renovación de las flotas del parque vehicular en México, los principales retos se centran en la inseguridad, la falta de financiamiento a las microempresas y los trámites que enfrentan los transportistas, coincidieron representantes del sector de autotransporte.

José Manuel Armenta, CEO y director general del fabricante de vehículos FOTON México, señaló que la inseguridad es uno de los elementos que obstaculizan la renovación al mercado mexicano de autotransporte de carga y de pasaje, identificando las zonas de Puebla y Veracruz, y el Bajío, entre las más temidas por los transportistas.

“El (transportista) que lleve productos terminados, insumos para hacer productos terminados a las diferentes fábricas, siempre sale con un riesgo de no saber si va a ser asaltado o no, eso es algo que no debería de pasar en nuestro país, y seguramente mucha más gente invertiría en autotransporte de carga”, consideró durante el foro “Vehículos Comerciales” organizado por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).

Fernando Lascurain, director general de la AMDA añadió que, pese a que el robo en carreteras federales está tipificado como delito bajo el catálogo de prisión preventiva oficiosa en una de sus vertientes, no ha sido suficiente para avanzar en la materia.

Aunado a lo anterior, señaló que se ha sumado el riesgo que representa el desglose de información detallada en la Carta Porte al momento de ir transitando en las carreteras, dado que se pide incluir datos sensibles como nombre y dirección del cargador, así como una declaración del valor de las mercancías transportadas.

El tema de la Carta Porte, junto con otros trámites que enfrenta la industria de autotransporte, también se presenta como uno más de los desafíos para acelerar la renovación del parque vehicular, consideró Ricardo Melesio, director general de la empresa Sitrak México.

“Cada vez es más complicado para el transportista hacer negocio, cada vez más costoso. Creo que también es uno de los grandes temas donde tenemos que trabajar como industria con el gobierno federal, con los estatales para que el transporte sea fácil de operar. Eso también desincentiva la inversión”, opinó.

“Todos vimos durante la pandemia los grandes cuellos de botella que se generaron y que eso genera grandes oportunidades para migrar hacia trámites digitales que nos permitan tener seguridad y certeza los que concurren y sobre todo rapidez en las respuestas por parte de las autoridades para tener un servicio público federal de carga y de pasaje debidamente emplacado y sobre todo, con un padrón vehicular eficiente para todos los efectos que eso nos genere”, complementó el director general de la AMDA.

Aunado a la inseguridad y la tramitología, un reto adicional para la industria surge desde la falta de financiamiento para las microempresas de transporte –conocidas bajo la denominación de hombre-camión–, cuya importancia reside en que se posicionan como un jugador importante en la cadena de transporte.

Ven panorama positivo

Para 2023, representantes de la industria del transporte prevén un panorama positivo ante la restauración en las cadenas de proveeduría, la disponibilidad de inventario y la llegada de nuevas inversiones al país que requerirán medios para transportar sus mercancías.

Para Carlos Pardo, director general ejecutivo en Sparta Motors, el nearshoring generará un crecimiento y una demanda importante de inversión en infraestructura en el país, que acabará impactando en el número de camiones que se necesitan en México.

“Más del 95% de todo lo que se transporta, se transporta en un camión. Y si la economía crece y si hay inversión pues obviamente el número de camiones que se requieran en el país para distribuir bienes y para distribuir materias primas, tiene que crecer”, externó.

Con información de 24 Horas