El Gobierno de la Ciudad de México busca crear una regulación para las plataformas digitales de hospedaje y evitar problemas como el aumento en el precio de las rentas y servicios, con el resultado de que los vecinos originales sean expulsados de las zonas habitacionales, fenómeno conocido como gentrificación.

Ayer, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, dijo que el tema es analizado en conjunto por el Instituto de Planeación, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI) y el gremio hotelero.

Agregó que revisan ejemplos internacionales, como el de Barcelona, España, que puedan aportar información para desarrollar una regulación para la Ciudad de México.

Sin embargo, destacó que se deben aprovechar las ventajas que dejan estas plataformas digitales de hospedaje, en particular la derrama económica.

“Qué nos interesa a nosotros, que estos fenómenos que se están dando –que generan empleos, que generan beneficios económicos que, por supuesto, tienen una derrama secundaria muy importante, porque restaurantes, transporte, en fin, crecen muchísimo, todos los servicios– no representen después un problema de incremento de rentas, de incremento de precios en los restaurantes, que generen problemas posteriores en la ciudad de gentrificación, donde la gente que vive ahí empiece a buscar otros sitios.

“Para ello hemos consultado distintas ciudades del mundo que han entrado a procesos regulatorios de las plataformas, por cierto, ahora pagan impuestos, antes no pagaban impuestos, tanto federales, como locales, entonces, qué estamos buscando, pues qué formas regulatorias hay para que eviten un problema mucho mayor en la ciudad”, expresó.

En octubre de 2022, la Ciudad de México y Airbnb dieron a conocer una alianza para posicionar a la capital como el hogar de los nómadas digitales, la cual, de acuerdo con Sheinbaum, dejaría una derrama económica a “la ciudad de mil 400 millones de dólares al año”.

En tanto, vecinos de colonias como Roma, Condesa, Juárez y Cuauhtémoc han señalado que esos esquemas han generado desplazamientos humanos tras el encarecimiento de la vivienda.

Incluso señalaron que administradores de edificios obligan a los inquilinos a que se marchen, incluso antes de que finalicen los contratos, con la finalidad de rentar los espacios a través de plataformas digitales.

“No es algo que nosotros hayamos promovido. Aquel convenio que en algún momento se, ni siquiera firmamos un convenio, sino un convenio que se hizo entre la UNESCO y Airbnb, que presentamos en una conferencia de prensa, tenía que ver con que esas personas que estaban llegando a la ciudad pudieran acceder a otros lugares de la ciudad, no para rentar, sino para conocer como parte del turismo”, dijo.

Tras descartar que el gobierno deba regular las rentas, dijo: “Estamos viendo si es un tema regulatorio, nada más, de reglamento, que lo pueda emitir la jefa de Gobierno o ya dentro de la ley. El objetivo, evidentemente, es evitar la gentrificación y que suban los costos de rentas, como empezó a ocurrir en algunas zonas”.

En octubre de 2022, la Ciudad de México y Airbnb dieron a conocer una alianza para posicionar a la capital como el hogar de los nómadas digitales. En ese entonces, la ciudad y Sheinbaum no se pronunciaron frente al tema de la gentrificación.

Con información de América Economía.