El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) exigió al gobierno de Andrés Manuel López Obrador no implementar más medidas administrativas para bajar la inflación, ya que casos como el lanzamiento de Gas Bienestar y los aranceles a la exportación de maíz blanco han sido ineficientes y, por el contrario, han generado incertidumbre.

“Aunque con rigidez a la baja de la subyacente, tarde o temprano la inflación cederá si el Banco de México mantiene la firmeza y prudencia de la política monetaria y a medida que las distorsiones de las cadenas de oferta se solucionan, siempre y cuando se mantenga cierta disciplina fiscal”, afirmó el organismo dirigido por Carlos Hurtado López.

Según el órgano asesor en materia económica del Consejo Coordinador Empresarial (CEE) y de empresas de primer nivel en México, las encuestas señalan un repunte de la incomodidad por la inflación en el último trimestre de 2022. 

“Ante ello, el gobierno no debe reaccionar mediante controles administrativos a fin de intentar bajar la inflación”, sentenció el instituto encargado de hacer investigación económica y política.

“Se ha visto que medidas como el esquema del Gas Bienestar y los aranceles sobre la exportación de maíz blanco han sido ineficientes para reducir las presiones de precios y, en cambio, sí han generado incertidumbre en los mercados”, agregó.

El CEESP advirtió que el caso de los aranceles al maíz es incluso violatorio del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, lo cual es un riesgo innecesario.

Los precios al consumidor aumentaron 0.46% en la primera quincena de enero, impulsados principalmente por el alza de 0.44% en los precios del subíndice subyacente, que fue el origen del 7.94% interanual del incremento general de precios. 

Al interior del indicador subyacente sobresale el aumento de 0.75% en alimentos, bebidas y tabaco, que generó el 35% del total de la inflación; la presión se concentró en los alimentos, que se encarecieron 0.52% y causaron el 30% de la inflación total. 

El incremento de precios de los servicios fue elevado, 0.3%: “Ahí destaca el alza de 0.3% en vivienda y otros servicios, así como el de 0.35% en educación”.

El subíndice de precios no subyacente aumentó 0.51% en la primera quincena, principalmente por el incremento de los precios de energéticos (0.54%) y tarifas autorizadas por el gobierno (0.87%). Por su parte, los precios agropecuarios subieron 0.35%.

En su comparación anual, los precios al consumidor se elevaron 7.94% (vuelven a acumular tres quincenas consecutivas al alza). La inflación subyacente se ubicó en 8.45%, la más elevada en las últimas cuatro quincenas. Por su parte, la no subyacente fue de 6.44%.

“La inflación de la primera quincena de enero refleja actualizaciones de precios que suceden normalmente a principios del año”, explicó el CEESP.

Precisó que las cifras sugieren la existencia de fuerzas inflacionarias plasmadas sobre todo en los precios de alimentos y dentro de ellos, especialmente en los procesados, y en menor medida en mercancías no alimenticias. Además, la inflación subyacente continúa mostrando fuerte resistencia a la baja.

“Probablemente ello se relaciona con problemas de oferta o con expectativas de inflación que persisten, quizá más que con el consumo, ya que la información más reciente del mismo señala un estancamiento en los últimos meses de 2022”, añadió el CEESP.

Con información de Forbes.