Los mexicanos se acostumbraron a pedir productos en línea. Durante la pandemia, las personas perdieron el temor a comprar a través de marketplaces o incluso hacer el super en una plataforma digital, pero ahora el comercio electrónico debe afrontar un nuevo reto: la gente regresa a comprar presencialmente.

De acuerdo con el último reporte global sobre los hábitos de consumo en el comercio electrónico, elaborado por SOTI, la gente en México está volviendo a las tiendas físicas de manera progresiva y para este año se prevé que el 40% de los participantes en la encuesta tengan una mayor intención de adquirir productos de forma presencial.

Michell Escutia, director comercial de la empresa en Latinoamérica, comentó en un encuentro con medios que esto forma parte de un aspecto cultural tanto de México como de la región, pues es más común que en esta zona la gente asista a los lugares para tocar los materiales o probar las prendas antes de comprarlas.

Un ejemplo de este rasgo, complementó, es que tanto en Estados Unidos y Canadá se están cerrando múltiples centros comerciales, mientras que en México la tendencia es contraria.

Esta dinámica se demostró el año pasado en momentos como el Buen Fin, un periodo en que los minoristas identificaron que los consumidores están dispuestos a gastar más en tiendas físicas sobre el comercio electrónico.

Mexicanos todavía encuentran obstáculos en sus compras online 

Si bien la calidad en el servicio de compra online ha mejorado en los últimos años, los consumidores mexicanos todavía han percibido algunos problemas en este sentido, además de que cada vez son más exigentes.

El reporte señala que, por una parte, las diversas crisis de suministros están generando un encarecimiento de los productos a causa de su poca disponibilidad; sin embargo, el principal problema que ven los mexicanos es el aumento en los precios de envío, pues el 54% de los participantes reportó un encarecimiento en este aspecto para sus pedidos.

Por otra parte, las exigencias de los usuarios nacionales han crecido respecto a las diferentes etapas del proceso de entrega. Por ejemplo, al 75% de los compradores les importa saber dónde se encuentra su pedido, mientras que para el 74% el factor más relevante es la velocidad en que reciben su paquete.

También las opciones de devoluciones son importantes, ya que el 59% de los participantes afirmó que es más probable que compren con un minorista en línea si ofrece múltiples opciones para regresar el producto en caso de que no le satisfaga.

Otra de las exigencias necesarias en este mercado, señala el estudio, es el del mejoramiento constante de la infraestructura logística para obtener los productos en casa en un menor plazo, pues los datos revelan que si la entrega tarda más de dos días, el 42% de los mexicanos no tienen reparo en buscar a otro retailer.

Escutia resaltó que, ante este contexto, los negocios deben generar aspectos diferenciadores para optimizar sus procesos de entrega y devolución, ya sea a través de socios logísticos o marketplaces, con el propósito de entregar mejores experiencias durante la venta online.

Resalta que estas alianzas también aportan en el mantenimiento de la confianza en el e-commerce, pues la seguridad en los métodos de pago es uno de los temas más relevantes para los compradores y tener una empresa detrás que cuide este aspecto también puede ser diferenciador.

“Los mexicanos quieren personalizar su compra con un retailer”, comentó el especialista. “Ante esto, los comercios en línea deben explorar nuevas estrategias de contacto con el cliente, que no sea un número más para fidelizar su experiencia en línea”.

También compartió que las estrategias omnicanal serán un factor relevante para la industria en 2023, debido a que el 45% de los clientes de México está dispuesto a combinar ambos formatos de compra, pidiendo en línea y recogiendo en tienda el mismo día.

Con información de Revista Expansión.