La inflación general se desaceleró en octubre, pero la subyacente o básica, aquella que no considera bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, y que por lo tanto da una mejor certidumbre sobre cómo se comportarán los precios en el mediano plazo, sigue al alza, por lo que se prevé que BANXICO siga subiendo su tasa de interés para tratar de mejorar el poder adquisitivo del peso.

El indicador se moderó a 8.41 por ciento a tasa anual, desde el 8.70 por ciento de septiembre, gracias al menor ritmo que tuvo el alza de precios de la inflación no subyacente, que sí considera bienes y servicios volátiles, como los agropecuarios o los energéticos, de acuerdo con datos publicados por el INEGI. La meta de inflación de BANXICO, entidad encargada de controlarla, es de 3 por ciento.

La trayectoria de la inflación subyacente, integrada por alimentos procesados, bebidas, mercancías no alimenticias, y servicios como vivienda o educación, es la que preocupa, y es la que vigila con especial atención BANXICO para formar sus expectativas del comportamiento que tendrá la inflación.

La tasa anual de la subyacente llegó a 8.42 por ciento, siendo la primera vez desde febrero de 2021 que se ubica por arriba de la inflación general. Además, es la tasa anual más alta desde agosto de 2000, cuando alcanzó el 8.80 por ciento.

Los alimentos procesados fueron los que más contribuyeron a la inflación general, con un aumento de 1.03 por ciento respecto al periodo previo, y de 13.95 por ciento a tasa anual, su mayor nivel desde septiembre de 1996.

“Lo que evidencia las dificultades que han tenido las estrategias del gobierno federal para evitar los incrementos de precios en los productos de la canasta básica”, consideró el grupo financiero Monex en un reporte.

En tanto, los precios de las mercancías no alimenticias avanzaron 0.69 por ciento mensual y 8.03 por ciento anual, mientras que los precios de los servicios en general subieron 0.33 por ciento y 5.30 por ciento a tasa anual.

Al interior de los servicios, los precios de la vivienda aumentaron 0.22 por ciento mensual y 3.14 por ciento anual, las colegiaturas no variaron en términos mensuales, pero respecto a octubre de 2021 hubo un incremento de 4.49 por ciento. El rubro otros servicios avanzó 0.49 por ciento mensual y 7.33 por ciento a tasa anual.

Dentro de la inflación subyacente, los alimentos procesados con mayores aumentos a tasa anual fueron harinas de trigo (37.49 por ciento), pan blanco (30.77 por ciento), jabón para lavar (24.76 por ciento), aceites y grasas vegetales comestibles (24.16 por ciento) y pasteles, pastelillos y pan dulce empaquetado (23.96 por ciento).

En tanto, la inflación no subyacente se moderó a 8.36 por ciento a tasa anual desde el 9.96 por ciento de septiembre, y es la más baja desde agosto de 2021.

Monex señaló que a primera vista, la interpretación del dato de octubre es positiva, ya que la desaceleración de la inflación general abre la puerta a que se especule sobre el posible techo del ciclo inflacionario.

Sin embargo, dijo que se debe tener cautela, pues ese comportamiento ya se ha presentado antes sin que garantice la disipación de las presiones inflacionarias.

Víctor Ceja, economista en jefe del grupo financiero Valmex, manifestó que si la inflación subyacente mantiene su trayectoria alcista, puede implicar una inercia inflacionaria mayor hacia adelante, es decir, que la inflación general permanezca en niveles elevados de manera persistente.

“Para que la inflación descienda a un nivel del 3 por ciento en el mediano plazo como quiere Banco de México, se necesita que la inflación subyacente también fluctúe alrededor del 3 por ciento”, añadió.

Araceli Reyes, ama de casa, comparte que ante el aumento a 22 pesos el kilo de tortilla en el Estado de México, el consumo en su hogar se redujo a la mitad, de dos a un kilo por día.

“Nada más alcanza para medio tapar el hambre, pero no se queda satisfecho como antes”, compartió.

Con información de 24 Horas.