La transición hacia los autos eléctricos ya comenzó; sin embargo, en México se tiene que invertir para contar con infraestructura para este tipo de vehículos.

“México se está moviendo muy rápido”, comentó Patricia Bares, desarrolladora de negocios de Blinck Chanrging en el foro Movilidad futura y electrificación: tendencias y oportunidades del North Capital forum.

En un entorno de cambio de los motores de combustión interna a los autos eléctricos, el trabajo de los concesionarios es entender las nuevas necesidades de los clientes y estar cerca de ellos, señaló Juan Carlos Rodríguez, vicepresidente de innovación y nuevas empresas de Dalton Corporation.

“No es lo mismo estar en Texas que estar en Tapachula (Chiapas)”, apuntó.

Hay tres factores que inciden en que la gente adquiera un auto eléctrico, explicó Edward Hightower, CEO de Lordstown Motors: 1. El precio; 2. Disponibilidad de estaciones de carga; y 3. La distancia que se puede recorrer con una carga de la batería.

Asimismo, es preciso avanzar en temas de infraestructura y regulación de los vehículos eléctricos.

México necesita aumentar la infraestructura de carga; además de que es un país en el que se pagan impuestos más altos que en otros países por la compra de un auto, destacó Neva Zhang, directora de ventas de BYD México.

Otro de los desafíos que trae consigo la transición a la electromovilidad es “no dejar a nadie atrás”, señaló Juan Carlos Rodríguez.

En lo que respecta al precio de los vehículos eléctricos, puede haber una diferencia entre comprar algunos componentes de Asia y producirlos en la región, sostuvo Hightower de Lordstown Motors.

Con información de Revista Expansión.