Al no contemplar controles de precios y sí reconocer la importancia del correcto funcionamiento de las cadenas de suministro y de una mayor producción de alimento, organismos empresariales vieron con buenos ojos el Paquete Contra la Inflación y Carestía (PACIC), anunciado ayer por el gobierno federal.
Incluso, los beneficios del plan antiinflacionario podrían verse reflejados en el consumidor final, a más tardar la siguiente semana, una vez que se definan los detalles de eliminación de aranceles en cárnicos e insumos importados con la Secretaría de Economía, informaron empresarios de la Confederación de Cámaras Industriales.
Aplaudieron las medidas de eliminación de aranceles de algunos productos de importación, las acciones de combate a la inseguridad en carreteras, mantener los subsidios a los energéticos y aplazar la Carta Porte, lo que ayudará a contener el impacto inflacionario.
Eugenio Salinas, presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la CONCAMIN, dijo que el paquete no contempla una reducción de precios por decreto, sino más bien apoyos para frenar el impacto inflacionario y evitar que se traslade a los consumidores.
En ello coincidió Héctor Tejada Shaar, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, al referir que el Pacic “es un acuerdo de buena voluntad, donde cada uno de los empresarios deberá ver hasta dónde puede hacer el esfuerzo de mantener el compromiso de no subir los precios”.
Por otra parte, Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), destacó que se ha dado una afectación a las cadenas de suministro, como el incremento en energéticos e insumos estratégicos como fertilizantes y otras materias primas.
Por lo que “las acciones planteadas por el gobierno federal en los tres puntos estratégicos de producción, distribución, y comercio exterior incidirán de manera positiva en el incremento de la producción y por tanto en el aumento de la oferta en el mercado de materias primas”. Adelantó que promoverá la iniciativa denominada Maíz por México.
Con información de El Economista.
